La diversidad de personas que existimos en el mundo con diferentes caracteres, maneras de pensar y entender las cosas, virtudes y defectos, espiritualidades, gustos y aficiones, pasiones por arte, cultura, deporte, cine, literatura, ideologías, y muchas, muchisimas cosas más, distintas y parecidas hace que la sociedad mundial sea un caos.
No es solamente un asunto étnico, ni de religiosidades, colores o patrones, es un asunto de cómo nos diferenciamos uno del otro, tanto que la gente termina desarrollando relaciones cercanas con aquellos que mejor se acoplan a sus intereses, pero que no necesariamente calzan dentro de las aficiones o formas de pensar del otro, pero que son aceptables.
No necesariamente es que el otro deba pensar como yo, es solo el entenderse diverso, diferente lo que hace posible establecer relaciones de amistad o compañerismo.
Habrá que aceptarlo, el mundo es un caos, una manera de concretar lo impredecible. Lo he imaginado considerando la posibilidad de que los humanos seamos (somos) un conjunto desordenado de puntos amorfos y coloridos, que nos movemos a velocidades distintas en marcos diferentes. El caos, lo extremadamente caótico.
Pues... ahí, poco más de siete mil millones de habitantes en la tercera parte o mas menos treinta por ciento del planeta azul, del planeta de agua llamado de forma paradójica "la tierra".
¿Qué hace entonces que dos personas se junten? Pienso que el asunto de "juntarse" tiene acepciones diferentes tales como compartir una noche o varios días, o también encontrarse a alguien que te hace feliz por alguna razón, pero solamente unos días.
También, muy cercano, esa otra persona que es capaz de alegrarte la vida durante algunos meses. Pero que tal si de repente en ese caos se encuentran dos puntos que son capaces de acoplarse independientemente de que, ya sea ideología, color, comprensión del mundo (¿sexo?, sexo) y cualquiera otra variable.
¿Y que tal si con esa persona las conexiones son muy fuertes y las coincidencias son una normalidad?
He pensado que siempre es posible, dentro de ese caos del que he tratado de explicar, que esos dos puntos o personas se encuentren y se enlacen, a pesar del desorden.
Que esas dos personas se encuentran a gusto, muy a gusto ya sea solas o acompañadas con otros amigos o parejas, y que eso no siempre se logra. Creo que debe ser dificil encontrar a alguien con quien uno establezca una relación y que sea capaz de mostrar que hay necesidad del otro, sin vergüenza y sin tapujos.
Las posibilidades de encontrar a ese "alguien" que es capaz de llamarte cuando tu estás a punto de hacerlo es una cuestión poco natural, mas bien casi sobrenatural.
Las conexiones con una persona "acoplada" pueden llegar a extremos como saber la cercanía del otro sin estar físicamente cercano, tener pensamientos coincidentes, "llamarse" mentalmente y encontrarse de repente, visualizarse junto a esta persona y saberse feliz, tranquilo, a gusto.
Pienso que cada uno podrá ser capaz de encontrarse con su "otra persona", sin necesidad de buscarle, dejando fluir si el caos se lo permite, sin necesidad de buscarlo. El caos es capaz de mover todos esos puntos del escenario y hacer que esos dos puntos en particular se encuentren y acoplen.